El masaje es la herramienta terapéutica más antigua utilizada por el hombre para comunicarse y proporcionar un recurso natural contra el dolor.
Sirve, además, para aliviar o hacer desaparecer las contracturas y la tensión muscular, optimiza la función y permite un buen deslizamiento de los tejidos. Además es una herramienta muy útil para favorecer los procesos metabólicos.
Las maniobras de masaje tienen como finalidad, también, la recuperación y rehabilitación física de los procesos patológicos, o de las lesiones. En referencia a esto ultimo cabe destacar que: en el momento en que el masaje proporciona relajación y bienestar, y por tanto nos ayuda recuperar y mantener la salud, se convierte, aun sin pretenderlo, en un acto terapéutico.
El masaje con los aceites esenciales beneficia la piel, los músculos y el organismo en general y de acuerdo con el aceite elegido puede ser estimulante y tonificante, favoreciendo en forma conjunta cuerpo y mente.
Cómo utilizarlos
En un exquisito masaje.
El masaje se aplica mediante la manipulación manual de los tejidos blandos: piel, muscular y conjuntivo o tejido conectivo para ampliar la función de estos y promover la circulación, la relajación y el bienestar.